¿Los llamados “migrantes económicos” tienen menos necesidades que los “verdaderos” refugiados? ¿Un menor migrante no tiene derecho a una ayuda por qué tiene un smartphone? ¿El Pacto Mundial sobre las migraciones anima a la inmigración en masa? Mostramos algunas respuestas que os ayudarán a combatir las ideas falsas y a ver a las personas y a las historias que hay detrás de las cifras.

1. «Estos son migrantes económicos – no necesitan protección»

Las personas migran por diversas razones: para escapar a la violencia y a la persecución, a las catástrofes naturales o a la pobreza extrema. Según algunos, las razones económicas no son legítimas como para invertir en la protección de estas personas migrantes. Pero sea cual sea sus razones para partir, los migrantes se confrontan a los riesgos en el transcurso de su periplo, en particular los niños y niñas y los jóvenes. Ellos pueden ser víctimas de abusos sexuales, de detención, de explotación laboral o verse enrolados en los conflictos. Las condiciones de vida precarias también los ponen en peligro de muerte. Aunque conocen estos riesgos, los migrantes económicos intentan abandonar su país porque no tienen esperanzas de un futuro mejor.

Sea cual sea la razón de su migración, los migrantes tienen derechos. Terre des hommes (Tdh – Ayuda a la infancia) trabaja para asegurar que los niños y niñas y los jóvenes migrantes gocen de los derechos que figuran en la Convención sobre los Derechos de la Infancia. Que comprenden el acceso a servicios tales como la alimentación, el alojamiento, la educación y la salud así como protección frente a abusos, explotación, participación en conflictos armados, tráfico, privación injustificada de libertad o la separación arbitraria de sus padres. En resumen, estos acuerdos internacionales dan a los niños y niñas y a los jóvenes el derecho a tener una infancia.

2. «Todos los migrantes quieren venir a Europa»

Aunque la idea de que todos los migrantes quieren cruzar el Mediterráneo está muy extendida en Europa, las demandas de asilo han disminuido desde comienzos de 2016. A pesar del hecho de que la mayoría de las personas que llegaron a España y a Italia en 2018 proceden de países africanos, alrededor del 90% de los migrantes africanos no abandonan nunca su región. Los jóvenes en particular deciden migrar, sobre todo para salir de la pobreza y encontrar trabajo. Según la HCR, el 85% de las personas desplazadas a la fuerza en el mundo se quedan en los países en desarrollo en el seno de su región.

«Nosotros no queríamos ir a un país que tiene una cultura diferente, lejos de Siria. No preveíamos quedarnos aquí en Líbano, pero es mejor que ir a otro lugar donde todo es diferente y donde la gente tiene otro modo de vida. Nosotros prevemos volver a Siria en cuanto sea posible.»

Madre de una familia de refugiados sirios que vive en Líbano

Por ejemplo, más de cinco millones de refugiados sirios están alojados en los países vecinos a su región tales como Líbano, Jordania, Egipto, y los cientos de miles de familias que han huido a Myanmar para alcanzar los campos de refugiados de Bangladesh al otro lado de la frontera.

3. «No tienen necesidad de ayuda pues tienen un smartphone»

Si de pronto se declarase una crisis en vuestro país y deberíais abandonar vuestro hogar precipitadamente, ¿no sería vuestro smartphone una de las primeras cosas que os llevaríais?

La comunicación es primordial para las personas migrantes y el smartphone constituye el lazo principal con sus familias que se encuentran a veces a miles de kilómetros. Para los niños y niñas, los smartphones son una fuente de información y dan protección, pues les permite evitar las vías peligrosas y conocer mejor las leyes de otros países, así como sus propios derechos. No es raro pues que los migrantes sacrifiquen el presupuesto de alimentación, ropa y alojamiento afín de poder permitirse un smartphone.

Tdh elabora herramientas tecnológicas para prevenir las migraciones peligrosas y no advertidas que puedan entrañar abuso y explotación de los niños y niñas.
«Cuando murió mi madre, fui abandonado y me encontré con otros niños de mi edad. Trabajé en el Gran Mercado de Lomé para sobrevivir. Confié mis economías a una mujer, pero huyó con mi dinero.» Ahora, con la aplicación bancaria que ha desarrollado Tdh con EcoBank, «nosotros recibimos ayuda y nuestro dinero no será robado.» Elie, 13 años, Togo.

Las innovadoras maneras de utilizar la tecnología, como las aplicaciones móviles para guardar su dinero con seguridad, señalar las infracciones de los derechos en las minas de oro o para ayudar a las chicas en la gestión de su salud y de su contracepción son elaboradas por Tdh y pueden protegerles en las rutas migratorias y también en su país de destino.

4. «Los migrantes son delincuentes»

Si los migrantes son excluidos de las comunidades en donde viven, se encuentran en situaciones difíciles que pueden desencadenar en delincuencia. Sin embargo, la migración no es una causa y la criminalidad no es una consecuencia. La cuestión es más bien la manera en la cual las personas han debido abandonar sus hogares y las experiencias traumáticas vividas e incluso la guerra, todo esto puede ser tratado y pueden integrarse y reponerse en sus comunidades de acogida.

La integración, la educación y la prevención de las desigualdades y de las injusticias son los mejores medios para combatir la delincuencia. La radicalización al extremismo violento de los migrantes y refugiados o de sus descendientes es un síntoma de exclusión social acarreada por las relaciones desiguales de poder en los planos económico, político, social y cultural. ¡ Luchemos por ello!

5. «Con el Pacto Mundial sobre las Migraciones, el Estado pierde el control de su soberanía y de sus fronteras

El Pacto Mundial para las Migraciones seguras, ordenadas y regulares ha sido adoptado por la comunidad internacional en 2018. Uno de sus objetivos es proteger a los migrantes en particular a los niños y niñas, priorizando la cooperación entre los países en el proceso de migración y mejorando las vías migratorias regulares, impidiendo la detención de los niños y niñas emigrantes y preservando la unidad de las familias. De esta manera, ningún menor puede quedarse solo o desprovisto de los servicios adecuados que son necesarios. Suiza, unos de los iniciadores del Pacto, todavía no lo ha firmado. El Pacto sin embargo no pone trabas a la soberanía del Estado, sino que constituye una base para regular las migraciones entre los países luchando contra las migraciones irregulares, el tráfico y el contrabando y para resolver los problemas de los muertos en el mar; en ningún caso aumenta el número de migraciones.

«Es un paso adelante hacia una nueva política realista que nos ayudará a abastecer de servicios a los niños y niñas de manera más eficaz, más allá de las fronteras y en colaboración con los gobernantes que creen en la importancia de los derechos de la infancia.», Pierre Cazenave, responsable regional de Tdh de nuestro programa en favor de los niños y niñas y de los jóvenes migrantes.

La migración es un fenómeno mundial, y en vez de combatirla solos, debemos aceptarla como una realidad y los Estados deben colaborar para regularla para que las familias, los niños y niñas y todas las personas que se desplazan, huyendo de las catástrofes naturales o migrando a causa de la pobreza, reciban la protección y sean tratados con la dignidad que se merecen. Tdh, así como otras organizaciones a través del mundo, se comprometen a apoyar su puesta en marcha con el fin de que la migración pueda beneficiar a todo el mundo, a los niños y niñas y a las familias que se desplazan y también a la sociedad de los países de acogida.