El poder de un corazón comprometido, es la muestra de que cada gesto cuenta cuando hablamos de voluntariado. Desde el compromiso de Ruth Martínez en el Departamento de Comunicación de la Fundación Tierra de hombres hasta la diversidad de contribuciones que se pueden hacer, cada acción construye un universo de posibilidades tejidas por manos dispuestas a poner su grano de arena en la protección de la infancia.
Compartir con quienes más lo necesitan
La casualidad o tal vez el destino, llevaron a Ruth Martínez a formar parte del voluntariado de Tierra de hombres «He de reconocer que fue la casualidad lo que me llevo a Tierra de Hombres, aunque como en esta vida todo ocurre por una razón quizá podríamos hablar de destino» Esta voluntaria da muestra de su espíritu solidario cuando nos dice «Estoy en un momento de cambio con algo de tiempo libre y qué mejor forma de utilizar parte de él que ayudando a niños que lo necesitan».
Encontrar un sentido profundo a la vida
Cuando le preguntamos a Ruth qué aprende de los niños a los que ayuda afirma «En mi caso soy voluntaria en el departamento de comunicación, por lo que no tengo relación directa con los niños, sin embargo siento que cada una de mis acciones repercute en ellos y eso indudablemente me hace sentir que con cada texto o diseño aporto mi granito de arena a que tengan una mejor vida». Confirma algo que se repite de forma constante en nuestros voluntarios «Lo que aprendo es que ayudando también me ayudo, me siento más realizada y le doy a mi vida un sentido más profundo».
Ser parte del cambio
El voluntariado no es algo nuevo para ella, cada experiencia que ha tenido como voluntaria ha nacido del mismo motivo «Ayudar a quienes más lo necesitan y sentir que estoy formando parte del cambio que considero imprescindible en el mundo». Porque como dice Ruth «Qué mejor legado puede haber».
Aprender a agradecer cada día
Al preguntarle sobre cómo el voluntariado impacta en su vida, Ruth Martínez confiesa «Me ayuda a mantener los pies en la tierra, quejarme menos y agradecer más todo lo que la vida me da». Dejando claro como estos actos solidarios moldean no sólo las acciones sino también la perspectiva vital de quienes los realizan.
Diversidad de contribuciones
Cuando le pedimos que nos hable de los valores que considera que un voluntario de Tierra de hombres debe tener responde «Generosidad y empatía serían los principales, pero también creo que cada persona es diferente y que esta experiencia nos da la oportunidad de entregar muchas más cosas». Resaltando la diversidad de contribuciones que cada persona puede ofrecer «En mi caso conocimientos en comunicación, en otros alegría, cariño, experiencia en medicina, medios materiales…».
Todos tenemos algo que aportar
En relación a las actividades que realizan los voluntarios Ruth remarca la amplia posibilidad de campos de acción «En la Fundación Tierra de Hombres hay muchos tipos de voluntariado; familias de acogida, acompañamiento en hospitales, promoción de los distintos proyectos, comunicaciòn…» Como ella enfatiza «Todos y cada uno de ellos contribuyen a que la fundación lleve a cabo su labor de ayuda a la infancia desfavorecida en todo el mundo».
Un camino de descubrimiento
Para quienes sienten miedo pensando en dar el primer paso como voluntarios Ruth Martínez tiene palabras alentadoras «El miedo es una emoción humana, pero que no hay nada que temer, ya que como voluntarios recibimos el apoyo de los responsables en todo momento». Y afirma llena de convicción «A quienes tienen dudas yo los animaría a probar, estoy segura de que una vez que empiecen todos los posibles temores quedarán en un segundo plano y descubrirán facetas significativas de sí mismos que quizá no conocían».
El voluntariado es un viaje de autodescubrimiento, de conexión y sobre todo, un legado de esperanza y solidaridad. Con personas como Ruth, el mundo se vuelve más amable para aquellos que más lo necesitan. Juntos, multiplicamos la fuerza del compromiso, porque unidos somos imparables.
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