La mañana del pasado jueves amaneció con un frío intenso en la Universidad de Rabanales en Córdoba. Sin embargo, en la Fundación Tierra de hombres, sabemos que el compromiso y el cariño tienen el poder de subir la temperatura. Y así fue en el Kiosko de los Gallipatos.

Pese a las bajas temperaturas, el reclamo de la deliciosa repostería y el ambiente acogedor de nuestras voluntarias y voluntarios llenó el kiosco. Decenas de estudiantes y personal de la Universidad se acercaron para disfrutar de un desayuno rico, saludable y, sobre todo, solidario.

El verdadero valor de estas jornadas va mucho más allá de la recaudación. Al calor del café y los dulces, se genera un espacio de encuentro vital. Como siempre, se propició un ambiente de cariño del bueno, permitiendo un valioso intercambio de opiniones e información que nos acerca como comunidad.

Fue emocionante observar cómo, a medida que salía el sol, la mañana se transformaba en un hermoso escenario cargado de buenas intenciones y el compromiso de ayudar a la infancia más vulnerable.

Nuestra más enorme gratitud es para el equipo de voluntariado que hizo las delicias de todos. Ellos son el motor de estas iniciativas.

Queremos destacar especialmente la valentía de los nuevos voluntarios que, por primera vez, se atrevieron con la repostería. Sus excelentes resultados demuestran que la cocina, al igual que la solidaridad en el Kiosko de los Gallipatos, es un espacio abierto a todos y todas que quieran sumar su esfuerzo.

Con cada venta, con cada sonrisa y con cada conversación, se fortalece el vínculo entre la Universidad de Rabanales y nuestra misión.

¡Gracias por hacer de estos encuentros una tradición solidaria!