09 de septiembre de 216
Togo: la importancia de las familias de acogida en niñas y niños maltratados
Sandrine es una niña de 10 años que vivía con su padre y su madre en Lomé. Un día se escapó de casa y deambulaba por la calle cuando un desconocido la recogió y la llevó a la sede de Tierra de hombres. Junto al equipo del CROPESDI (Centro de Referencia, Orientación, y Atención a Menores en Situación de Dificultad), la protegieron y escucharon. Sandrine mostraba problemas de comportamiento y una lesión en el brazo izquierdo. Era víctima de golpes y privada de alimentos por parte de sus padres. En febrero de 2015, fue acogida por una familia que la cuidó y protegió a la vez que recibía tratamiento psicológico que le permitió recuperar la confianza en sí misma. Paralelamente, con el apoyo del abogado de Terre des Hommes, se llevó a cabo una mediación con los padres. Ambos, fueron sensibilizados sobre los derechos de la infancia, así como sobre la educación de la familia y el buen trato. Un mes más tarde, Sandrine regresó a su casa. Las visitas domiciliarias de seguimiento realizadas han confirmado que ya no hay presencia de abusos y que las relaciones familiares son buenas.
El proyecto «Refuerzo del sistema de protección de la infancia víctima de trata y maltrato en Togo», financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), tiene como objetivo contribuir a la protección de la infancia víctima de la explotación, trata y maltrato. Una de las piezas fundamentales de este proyecto era la creación de una red de familia de acogida que protegen y cuidan de los niños y niñas, de forma paralela y como alternativa a los atendidos en el CROPESDI.
En el último año, el número de familias de acogida ha aumentado de trece a veinticinco. Entre ellas, cinco familias garantizan la acogida de menores entre 0 y 5 años, algo muy positivo, ya que el CROPESDI no está preparado para acoger a menores en esta franja de edad. Estas familias, que favorecen la reintegración de los niños y niñas, reciben formación en materia de violencia sexual, de salud reproductiva y otros asuntos sensibles al género y están acreditadas por el Comité Nacional de acreditación de familias de acogida.
El equipo de Tierra de hombres en Lomé, junto a otras organizaciones locales, realizan un acompañamiento individualizado a cada menor integrándole en un programa de inserción escolar o inserción profesional a la vez que trabajan con la familia bioloógica para cambiar la situación de vulnerabilidad. Desde que comenzara el proyecto en 2015, 122 menores (94 niñas y 28 niños) víctimas de violencia han sido reintegrados en un ambiente protector con una familia de acogida y con un proyecto individual de reinserción, además de recibir un kit básico según sus necesidades (comida, ropa, higiene) cuidados médicos, atención psicológica, acompañamiento jurídico ante los malos tratos recibidos o el registro del acta de nacimiento. Estos niños y niñas reciben un seguimiento periódico por parte de trabajadores sociales.
A pesar de la mejora de la situación de miles de niños y niñas, aún hay un largo camino que recorrer. Una de las mayores debilidades del sistema de protección de la infancia en Togo es la ausencia de un marco legal sobre la atención a menores vulnerables en las familias de acogida. Durante este año, el equipo de Tierra de hombres está trabajando en la elaboración de una propuesta de anteproyecto de ley que será presentada al Gobierno en los próximos meses.
Primer contacto de una niña con sufamilia de acogida |
Formación a futuras familias de acogida |
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