En Senegal, un millar de niños y niñas nacen cada año con una malformación cardiaca. La complejidad de las operaciones sobre el terreno es un reto. Tierra de hombres (Tdh – Ayuda a la infancia) organiza misiones en colaboración con el Centro Hospitalario Universitario Vaudois de Suiza (CHUV) para salvar la vida de estos niños y niñas. El objetivo a largo plazo es permitir hacerse cargo del tratamiento médico sobre el terreno mediante la formación práctica del personal local. Nicole Sekarski, cardióloga del CHUV y su homóloga en Senegal, Arame Diagne Diallo, del Centro Cardio-Pediátrico Cuomo, participan en este proyecto desde hace diez años.
– ¿Podéis explicarnos la colaboración entre el personal médico senegalés y el del CHUV durante una misión quirúrgica?
N. Sekarski: Ocuparse de los pacientes y compartir nuestros conocimientos forma parte del ser médico. Yo explico a mis colegas senegaleses cómo hacer un diagnóstico más preciso durante la exploración con los ultrasonidos cardiacos. El objetivo es conseguir que los equipos sobre el terreno afinen sus conocimientos en cardiología en el tratamiento y en el seguimiento, con el fin de que lleguen a ser progresivamente autónomos para poder hacerse cargo de los niños y niñas que sufren cardiopatías congénitas en Senegal.
– ¿Qué os aportan estas misiones?
A. Diagne Diallo: Este intercambio me ha permitido perfeccionarme en pediatría, pues en Senegal no se hacía aún cardiología pediátrica. Nicole nos aporta conocimientos y nos ayuda a mejorar tanto en el diagnóstico, como en la asistencia completa de los pacientes. Hemos llegado a ser prácticamente autónomos.
N. Sekarski: En Suiza, el 90% de los niños y niñas son tratados entre 0 y 1 año. Estas misiones nos permiten ver la evolución natural de las patologías, pues nosotros asistimos a los niños y niñas en Senegal con más edad. También aprendemos a defendernos sin toda la tecnología que tenemos en casa.
– ¿Y la colaboración con Tdh?
A. Diagne Diallo: Gracias a la formación del personal, las competencias de todo el equipo han mejorado. Sabemos tratar casos muy complejos como la Tetralogía de Fallot.
N. Sekarski: Tdh realiza un trabajo enorme y bien estudiado. Para la cardiología compleja, todavía se necesita llevar a los niños y niñas a Suiza. Pero, la organización ha comprendido rápidamente que es preciso operarles sobre el terreno, formar al personal médico local y desarrollar las operaciones de corazón en el país. Mi deseo es que los equipos de aquí lleguen a ser independientes
– ¿Qué os motiva en el día a día?
A. Diagne Diallo: Tratar las cardiopatías severas. Antes no se vivía mucho si se nacía con una cardiopatía severa. ¡Ahora llegamos a salvar a más niños y niñas!
N. Sekarski: Lo que nosotros podemos invertir es en nuestros pacientes. Cada niño o niña que vemos salir de aquí con una sonrisa representa un éxito. El diagnóstico, una etapa decisiva Las ecografías son utilizadas para diagnosticar a los niños y niñas aquejados de una enfermedad cardiaca. Se trata de una etapa muy importante, de la cual dependerá el éxito de la operación. En efecto el equipo quirúrgico puede tenerse que enfrentar a situaciones inesperadas en el quirófano si el diagnóstico del niño o la niña no ha sido realizado correctamente realizado.
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