La colaboración del centro con esta ONG comenzó en 2002 dentro del programa ‘Viaje hacia la vida’ y en ella han participado numerosos profesionales.

El Hospital Materno Infantil, centro dependiente del Hospital Regional Universitario de Málaga, ha atendido a más de 80 menores de países en vías de desarrollo gracias al programa ‘Viaje hacia la vida’ de la Fundación Tierra de Hombres. Más del 80% de estos menores han sido intervenidos por patologías de corazón, si bien también han sido operados por los servicios de Urología, Cirugía Pediátrica, Maxilofacial y Traumatología infantil.

En rueda de prensa, la subdirectora médica del Materno Infantil, Cristina Martínez de Velasco, ha presentado estos datos acompañada por la presidenta de la Fundación Tierra de Hombres, María Antonia Jiménez, el jefe de sección de Cardiología infantil, Juan Ignacio Zabala, y el el jefe de sección de Cirugía Cardiovascular pediátrica, Enrique Ruiz. Junto a ellos, Teresa Guerrero, madre de una familia de acogida que colabora con la entidad social cuando los menores son trasladados desde sus países de origen hasta Málaga para ser intervenidos.

Así, Martínez de Velasco ha agradecido a la entidad social su labor. «Hoy hablamos de 80 vidas, de 80 niños que han podido tener una segunda oportunidad gracias a Tierra de Hombres. Niños que tienen hoy un futuro gracias a haber sido tratados por grandes equipos de profesionales que han solucionado sus patologías dotándoles de una calidad de vida que hasta entonces no tenían», ha agregado.

Para la presidenta de la Fundación Tierra de Hombres, dotar de prestación sanitaria a menores procedentes de países que no cuentan con recursos suficientes es vital «como derecho fundamental». Así, ha señalado que la entidad que representa ha traído a Málaga a niños gravemente enfermos procedentes de Togo, Benín, Mauritania, Senegal, Marruecos, Mali y Guinea Conakry.

Asimismo, Jiménez ha agradecido el apoyo continuo de la gerencia del Hospital Regional de Málaga. «Gracias a la solidaridad de los profesionales de este centro hospitalario que han brindado a este programa sus conocimientos sanitarios, sensibilidad y mucho cariño que se ha traducido en salud para nuestros niños y niñas, un derecho primordial que cualquier niño debe tener en el mundo», ha dicho.

De igual modo, ha agradecido su implicación a las personas que han sido responsables en Málaga del programa ‘Viaje hacia la vida’, Carmen Ocaña y Natalia Parra, así como a las familias de acogida por la generosidad demostrada durante estos años acogiendo a los niños durante su tratamiento en sus casas y al voluntariado de Málaga que los ha cuidado en los hospitales. «Quiero hacer un llamamiento para que nuevas familias y voluntarios se incorporen a este proyecto de salud que salva la vida de niños que no tienen otra alternativa», ha agregado.

Por su parte, el jefe de sección de Cardiología infantil, Ignacio Zabala, ha explicado que la mayoría de los niños llegan al centro con pruebas realizadas en sus países de origen que certifican una cardiopatía congénita. «Nosotros las estudiamos y aceptamos al paciente. Siempre repetimos las pruebas cuando llegan a España ya que las pruebas de imagen que disponen en sus países son muy limitadas y con frecuencia asociamos otras para tener más información», ha explicado. «En general son cardiopatías que son corregibles, potencialmente curables y que no suelen requerir de más cirugías. Esto es importante ya que en su país la accesibilidad a la asistencia sanitaria está frecuentemente muy limitada», ha dicho.

Las patologías más comunes que han atendido en estos niños son comunicación interauricular, comunicación interventricular, ductus, coartación de aorta, tetralogía de Fallot y patologías de las válvulas cardíacas. «En general el diagnóstico que se realiza por la ONG es concordante con el que se realiza en nuestro hospital», ha explicado Zabala, que ha relatado que, a pesar de que estas cardiopatías congénitas son iguales a las que intervienen en España, en estos casos llegan de forma más tardía, lo que dificulta la recuperación y provoca mayores complicaciones.

«Todo el equipo que participa en estos casos, de todas las categorías, nos sentimos muy satisfechos de poder ayudar a estos niños que en su países de origen no pueden acceder a estos servicios sanitarios tan complejos ayudándolos a ellos y sus familias a mejorar su calidad y esperanza de vida» ha señalado.

De igual modo se ha expresado el cirujano Enrique Ruiz, que ha manifestado su satisfacción. «Es muy gratificante poner nuestro conocimientos y habilidades para poder colaborar con estos niños. Cuando llegan tiene mucho miedo, porque todo es nuevo, es la primera vez que suben a un avión, es un país distinto al aterrizar, todo es diferente a lo que conocen… Y cuando se van lo hacen sonrientes, con mejor aspecto, e incluso entienden nuestro idioma», explica.

Para Ruiz, este tipo de cirugías no entrañan más complejidad de la acostumbrada, «ya que una intervención de cardiovascular necesita una anestesia general y la logística propia de una intervención a corazón abierto, con participación de varios profesionales y cirugías de entre 5 y 6 horas».

Por su parte, Teresa Guerrero, ha hablado en nombre de las familias malagueñas con las que Tierra de Hombres cuenta para acoger a los menores que acuden a ser tratados en el Materno Infantil. Así, ha relatado cómo en 2013 decidieron dar el paso para ayudar a los menores y servirles de soporte y apoyo durante su tratamiento en Málaga. «Siempre hay un primer niño y en nuestro caso fue Yassine, un niño marroquí de 4 años que venía diagnosticado de una cardiopatía congénita. Fue una llegada llena de nervios y miedos, justificados por la responsabilidad que supone el cuidado y protección de cualquier niño y mucho más de un niño enfermo, quizás son más bien parte de los bloqueos mentales con los que nos manejamos los adultos, que como luego se vive realmente la experiencia. Con la llegada de los pequeños se genera una onda expansiva de colaboración que todo lo hace más fácil», relata la madre de acogida, que explica que tras él llegaron Mamadou, Fatou, Anais y Mariella y, próximamente, lo hará otra niña de un año.

Para la madre de acogida, participar de forma activa en la recuperación de estos niños supone «toda una satisfacción». «Verlos respirar sin dificultad es indescriptible: empiezan a correr, a saltar… ellos mismos se descubren a sí mismos desarrollando actividades que antes eran imposibles para ellos», agrega.

La media de estancia de estos niños es de entre 6 y 7 meses desde su llegada hasta su vuelta a su país de origen. «Sus familias tienen toda mi admiración, despiden a sus niños seguramente llenos de miedos e incertidumbre. Me hago cargo de lo complicado que debe ser decidir mandar a miles de kilómetros a tus hijos, aún sabiendo que es lo más acertado», explica Teresa Guerrero.

Colaboración con Tierra de Hombres

La Fundación Tierra de hombres España se creó en 1994 dentro del Movimiento Internacional Terre des hommes, originado en Lausanne (Suiza) en 1960 y forma parte de la Federación Internacional Tierra de hombres (FITDH), segunda agrupación mundial de ONGD de atención a la infancia, Organismo consultivo del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, de UNICEF y del Consejo de Europa.

Tierra de hombres – España tiene su sede central en Madrid y cuenta también con delegaciones en Andalucía, Galicia y Euskadi. La colaboración con el Hospital Materno Infantil comenzó en 2002, fruto de un convenio firmado por la Dirección de entonces.