Este mes de abril abrimos un ciclo de entrevistas para dar a conocer la labor tan importante del voluntariado y familias de acogida de las diferentes delegaciones de la Fundación Tierra de hombres. Mil gracias a todas y cada una de las personas que desarrollar esta función esencial para nuestro funcionamiento. En esta ocasión, hablamos con Eva Freijeiro, voluntaria de nuestra delegación en Galicia.

¿Cuál es el motivo que te hizo querer participar con Tierra de hombres?

Realmente no conocía directamente Tierra de Hombres, sino que llegué a ella a través de la plataforma hacesfalta.org y ¡menudo descubrimiento estaba haciendo sin yo saberlo!

Desde pequeña me ha gustado ayudar a las personas, en general, y en concreto a las personas que o bien están atravesando momentos complicados o bien no han tenido la misma suerte que yo en sus vidas.

Por eso, siempre he colaborado de distintas formas: he participado en eventos deportivos de personas con discapacidad, he adaptado textos para lograr la accesibilidad para personas con sordera y con ceguera, he colaborado en el Banco de Alimentos y un largo etc. De todas las experiencias me llevé aprendizajes, pero debido a cuestiones personales estuve un tiempo sin poder colaborar en ningún programa de voluntariado directamente.

A principios de 2020 defendí mi tesis doctoral y en cuanto tuve un poco de tiempo sentí la necesidad de poder ofrecer mi tiempo a aquellas personas que lo necesitasen. Busqué distintas ONG para conocer algunas nuevas y en cuanto leí la función que realiza Tierra de Hombres supe que tenía que colaborar porque por primera vez integraba 3 de mis pasiones: voluntariado, infancia y África.

Me inscribí y al poco tiempo contactaron conmigo las personas responsables de la delegación en Galicia. Es cierto que debido al COVID-19 no pude conocer de primera mano la labor de la ONG hasta casi un año más tarde de haberme inscrito, pero el hecho de poder participar en distintas reuniones que se realizaban me permitió conocer a otras personas voluntarias y de alguna manera estar siempre actualizada de los avances relacionados con la ONG.

¿Cuál dirías que es la enseñanza que os transmiten los niños a los que ayudáis?

Desde mi punto de vista, todos los niños representan un modelo que cualidades que los adultos hemos perdido con el tiempo. Cualquier niño de mundo es un modelo de fortaleza, alegría, superación, imaginación y pureza, por eso considero que pasar tiempo con ellos nos ofrece una enseñanza vital. En el caso de los niños y las niñas a los que Tierra de Hombres puede ayudar, la enseñanza que nos aportan se triplica precisamente por la delicada situación que viven.

He aprendido otras maneras de superar barreras de comunicación, he conocido la importancia de respetar el tiempo y espacio que un niño necesita, he disfrutando viviendo día a día la evolución médica y personal que ha atravesado la niña, he conocido diferencias culturales, he apreciado diferencias raciales, he aprendido a crear todo tipo de juegos sin juguetes, he aprendido a desarrollar códigos para comunicarme, he aprendido a descifrar estos códigos para poder entender sus emociones y necesidades, he aprendido el significado de miradas que nunca antes había sentido (es una de las partes positivas de las mascarillas, las miradas cobran vida), he reído de una forma distinta.

Por todo esto y muchas más enseñanzas, admiro profundamente a la niña que acompañé en el hospital. Me encantaría hacérselo saber cuando sea mayor, a ella y a sus padres a quienes también admiro por su fortaleza y perseverancia. Me gustaría poder darle las gracias por todo lo que me ha enseñado a pesar de sus 2 años.

¿Qué significado tiene para ti hacer voluntariado?

Muchas personas consideran que el voluntariado es un acto un tanto egoísta porque muchas personas ayudan para sentirte reconfortadas con ellas mismas. En mi caso, reconozco que poder ayudar a estos niños y niñas me hace sentir muy bien conmigo misma, pero sin duda este no es mi objetivo del voluntariado.

Por la situación excepcional del 2020 no pude saber de primera mano cuál era el significado que para mí tenía el voluntariado, sino que solo me creaba expectativas a partir de las impresiones que conocía de otros compañeros y compañeras que ya habían participado desde hace años.

Cuando tuve la oportunidad de poder ir al hospital, no solo estas expectativas creadas se cumplieron, sino que se superaron con creces.

Para mí el voluntariado ha supuesto un descubrimiento personal porque al principio sentía incertidumbre y miedo ante la situación. Sobre todo me generaban miedo el aspecto lingüístico y la obligación de permanecer en a habitación sin poder salir. Sin embargo y pese a las dificultades, que las ha habido, me he sentido muy orgullosa de poder no solo haber realizado el voluntariado en el hospital sino de haberlo disfrutado tanto cada día.

¿Crees que de alguna forma te ha podido cambiar la forma de actuar y pensar?

Totalmente, me ha hecho identificar conductas que creía positivas cuando educamos a los niños de nuestro entorno que realmente son muy poco enriquecedoras para ellos porque los acomodan y en cierta manera los atrofian. El voluntariado me he hecho entender tres cuestiones fundamentales:

1. La simplicidad es una de las claves de la felicidad.
2. Los niños tienen la capacidad e incluso diría obligación de desarrollarse sin todas las facilidades y sobreestimulación que le ofrecemos los adultos.
3. Compartiendo nuestro tiempo y compañía es de las mejores formas que tenemos de ayudar.

¿Cuál diríais que son los valores que debe tener una persona que es voluntario/a en Tierra de hombres?

A partir de mi experiencia destacaría como valores fundamentales un carácter alegre, la empatía, la templanza, el dinamismo, la ilusión, la paciencia, el positivismo y las ganas por aprender de otras personas.

¿Qué actividades realizan los voluntarios? ¿Y de qué forma ayudan a la Fundación?

Desconozco todas las actividades que pueden realizar los voluntariados porque no he tenido la oportunidad de acudir a eventos. Por el momento conozco las tareas de acompañante en el avión durante el viaje, acompañante en hospital durante el tiempo que está ingresado y la familia de acogida durante la estancia del niño.
Como comentaba en una de las preguntas anteriores, el tiempo es una de las mayores formas de ayuda para la fundación, ya sea con tiempo para acompañar al niño, tiempo para ayudar a buscar fondos, tiempo para colaborar en eventos, etc.

¿Qué le diríais a las personas que tienen miedo y no están seguras de empezar a ser voluntarios?

Cada niño es un mundo y por tanto cada voluntariado será distinto pero supongo que todos ellos comparten patrones comunes. Es evidente que habrá momentos muy desagradables, ya sea por dolor, por tristeza, por añoranza o simplemente por berrinches de cualquier niño. De esto hay que ser conscientes porque no se trata de cuidar a un niño que tiene una patología, engloba muchas más cosas que la parte de cuidador/a.

Pero, por otra parte, percibir su felicidad y saber que en cierta medida es gracias a tu labor es tan reconfortante que todo lo negativo queda en un segundo plano. La intensidad de la situación de este voluntariado genera una sensación que en muy pocas situaciones sería posible sentir.