03 de octubre de 2016
Justicia Juvenil Restaurativa: Aprender de experiencias para transformar realidades
Fundación Tierra de hombres en Perú y el Ministerio Público, han editado «Aprender de experiencias para transformar realidades», un manual basado en la intervención, durante más de diez años, con adolescentes en conflicto con la Ley Penal a los que se les ha aplicado una remisión fiscal a la vez iniciaban un proceso restaurativo por la infracción cometida.Con este manual se pretende mejorar la intervención que instituciones como el Ministerio Público, la policía o la propia Fundación Tierra de hombres realiza en materia de Justicia Juvenil.
Una experiencia positiva
Nadie apuesta por mí. Marion Gutiérrez Anglas. Psicóloga del Equipo Interdisciplinario de El Agustino
Debe ser difícil iniciar un caso sabiendo que los demás no creen en la posibilidad de un cambio. Así empezó la segunda intervención con Gerardo. El adolescente había sido atendido anteriormente por el Programa; por tal motivo, muchas personas dieron por descontado que otra intervención sería inútil. Me decían: “no va a cambiar, es un relajado y su familia es descuidada”. Pero asumí su caso como un reto y un soñar con un cambio en Gerardo. Sabía que no sería fácil, pero así son generalmente los casos que se atienden diariamente, de manera que empecé con entusiasmo, actitud positiva y creyendo en la posibilidad de cambio de este adolescente.
Todo empezó por motivarlo y crear empatía. Gerardo solo necesitaba ser escuchado, que se le inyecte una visión positiva y esperanza a su vida. Iniciamos con un plan de vida para él y su familia. El adolescente fue creciendo y madurando en el transcurso del programa, fue asumiendo la responsabilidad de su vida y empezó a desear ser alguien. Su familia comprendió que, para lograr el cambio de su hijo, necesitaban tan solo confiar en él, respaldar sus sueños, inyectarle afecto, amor y acompañamiento.
Cada logro de Gerardo fue silenciando a las personas que no creyeron en sus posibilidades de cambio. Gerardo pronto culminará su programa de orientación, estudia para ser piloto y también inglés, tiene deseos de superación y un plan de vida que está siguiendo. Su padre aprendió de sus propios errores y creció, cambiando su forma de crianza; actualmente está pendiente de su hijo, mantiene una comunicación más cercana a pesar de no vivir juntos. Su madre, por su parte, aprendió de cada taller y consejería que le brindamos que consentir no es amar. A ambos padres les tomó tiempo asumir un adecuado estilo de crianza para su hijo, pero han cambiado.
Creo que lo realmente pasó es que empezamos a creer en el cambio de Gerardo, le transmitimos esa confianza y él empezó a creer en sí mismo.
De todos estos aprendizajes, se concluyeron, entre otras reflexiones que:
. Todos los adolescentes tienen la capacidad de cambiar. No hay que quedarse en la primera impresión que dan los adolescentes y hay que verles, no solo como infractores, si no como jóvenes con carencias que, además, sienten miedo al verse inmersos en esa situación, por lo que, en la evaluación inicial del adolescente es importante explorar, además de los factores de riesgo del adolescente, los de protección.
. Los casos que se atienden no son fáciles porque los contextos de los que provienen los adolescentes no lo son. Hay abandono, violencia, falta de orientación, falta de apoyo, falta de atención, por lo que los profesionales deben tener una actitud positiva hacia los adolescentes. Ellos deben sentirse escuchados, comprendidos y sentir que se cree en ellos y en su cambio.
. Hay que trabajar con las familias desde el principio del proceso restaurativo, ya que son fundamentales en el cambio positivo del adolescente
. En un proceso restaurativo, hay que trabajar la responsabilidad, no solo por la infracción cometida, sino también por las decisiones que se toman y las consecuencias que conllevan.
. El encuentro y diálogo directo entre el adolescente y la víctima tienen efectos muy positivos porque no sólo repara el daño sino porque además ayuda a que el adolescente se responsabilice. Cuando no es posible este encuentro, se tienen otras alternativas efectivas de comunicación entre el adolescente y la víctima.
. Un programa de este tipo requiere de aliados institucionales estratégicos coordinados que generen políticas y procedimientos para atender a los adolescentes, para lo cual, hace falta una fuerte sensibilización
Descarga aquí el manual «Aprender de experiencias para transformar realidades»
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