En agosto de 2017, un recrudecimiento de la violencia ha obligado a más de 600.000 rohingyas a huir de su pueblo en Myanmar y atravesar la frontera para refugiarse en Bangladesh, en la región de Cox’s Bazar, juntándose así a otros 220.000 refugiados ya instalados. Un equipo de urgencia de Tdh está sobre el terreno para desplegar proyectos sanitarios y de protección.

En los campos de Cox’s Bazar en Bangladesh, las familias rohingyas viven en condiciones extremadamente difíciles. Muchos de ellos han vivido experiencias traumáticas, que les vuelven todavía más vulnerables frente a un futuro incierto.

Un equipo de urgencia de Tdh está sobre el terreno para desplegar proyectos que intentan salvar vidas. Con una gran experiencia de más de 40 años en Bangladesh, ponemos en marcha actividades de salud peri y post natal de prevención y de tratamiento de la malnutrición, de higiene y de saneamiento, así como actividades psicosociales junto a la niños y niñas más afectados por el conflicto en los campos de Cox’s Bazar.

Salud materno-infantil

El 15 % de los niños y niñas que viven en los campos sufren de malnutrición aguda severa. Tdh administra varios centros de tratamiento de la malnutrición en el campo de Kutupalong gracias a los cuales podemos acudir en ayuda de más de 35.000 niños y niñas menores de cinco años y de las mujeres embarazadas o lactantes. Formamos a voluntarios comunitarios en los campos para que puedan reconocer los síntomas e identificar los casos de malnutrición en casa de los niños y niñas y de las madres. Estos voluntarios comunitarios enseguida mandan a los niños y niñas a los centros de tratamiento de Tdh, donde ellos reciben un seguimiento y los cuidados sanitarios apropiados. Las madres lactantes son sensibilizadas allí en los aportes nutricionales que necesitan sus bebés para desarrollarse correctamente. Los niños y niñas de seis meses a cinco años reciben alimentos terapéuticos durante diez semanas que les proporcionan todos los nutrientes necesarios para volver a tener una buena salud física.

Agua, saneamiento e higiene

Debido a los deslizamientos de tierra y a las inundaciones provocadas por las lluvias del monzón entre abril y septiembre, la calidad del agua se ha degradado. El equipo de Tdh trata las fuentes de agua con cloro para asegurar el aprovisionamiento de agua potable de los refugiados rohingyas y atenuar el riesgo de epidemias. Para responder al riesgo de contaminación y de enfermedades diarreicas, como el cólera, Tdh restaura, conserva y vacía las letrinas. Las instalaciones inadecuadas son desmanteladas. Trabajamos en estrecha colaboración con la comunidad de refugiados para mejorar sus prácticas en materia de higiene. Para conseguir esto, difundimos mensajes de sensibilización puerta a puerta, durante los eventos comunitarios o a través de obras de teatro, por ejemplo. Tdh cubre así las necesidades de agua, saneamiento e higiene de decenas de miles de refugiados en el campo de Kutupalong.

Protección a la infancia

Tdh forma a empleados, personas voluntarias, miembros de la comunidad y adolescentes en las buenas prácticas de protección a la infancia para reforzar sus conocimientos y sus capacidades para proteger a los niños y niñas y a los jóvenes. En nuestros seis espacios destinados a los niños y niñas, que acoge cada uno alrededor de 500 menores al día, nuestro personal ofrece un lugar seguro donde pueden beneficiarse de actividades psicosociales que favorecen su desarrollo emocional, sus facultades motoras y su creatividad. Gracias a nuestros puntos de encuentro para los niños y niñas perdidos y los proveedores de asistencias, lugar donde por otra parte son alojados los niños y niñas hasta que se encuentran con estos últimos, nos aseguramos su protección.

Apoyar a la comunidad de acogida

Mientras que, en un primer momento la ayuda humanitaria se concentra en la intervención de urgencia para salvar vidas en los campos, pasamos progresivamente a una aproximación más duradera destinada a atenuar el impacto de la afluencia de refugiados sobre las comunidades de Bangladesh. Por eso hemos abierto una nueva base en Teknaf, donde unos 130.000 refugiados viven en los campos en el seno de las comunidades de acogida. Así estamos en condiciones de aportar ayuda a la vez a las comunidades de acogida y a los refugiados gracias a las instalaciones de aprovisionamiento de agua y de saneamiento, a un puesto sanitario y a actividades de protección a la infancia.