La acción voluntaria
En ciertos lugares de nuestro entorno encontramos situaciones en las que determinados colectivos de la población tienen problemas cuya solución no siempre es fácil. Con frecuencia las respuestas a estas situaciones surgen de la propia sociedad civil. Personas que voluntaria y desinteresadamente, ayudan a mejorar las condiciones de vida de aquellos afectados por la pobreza, la enfermedad, la marginación…
La acción voluntaria cobra sentido ante las desigualdades que se generan en el seno de la sociedad y que no pueden ser corregidas con la intervención de otros mecanismos.
La participación ciudadana representa la intervención directa de las personas en actividades públicas, la toma de conciencia por parte de los individuos, de la existencia de un problema en la sociedad y su decisión de actuar para resolverlo o aliviarlo. Esta actuación se lleva a cabo sin la intervención de las Administraciones Públicas. Las Organizaciones no Gubernamentales surgen a partir de la iniciativa de participar activamente frente a determinadas situaciones, al margen de la intervención del Estado.
En este sentido, existe una relación muy directa entre el trabajo voluntario y la transformación social. En muchos casos, sin el concurso de la labor de los voluntarios no podrían desarrollarse un gran número de proyectos sociales. Las organizaciones que trabajamos con personas voluntarias debemos ser capaces de transmitir y reconocer la importancia del trabajo voluntario, como medio de motivar e incentivar esta labor.
¿Qué es el Voluntariado?
Se entiende por voluntariado el conjunto de actividades de interés general que, respetando los principios de no discriminación, solidaridad, pluralismo y todos aquellos que inspiran la convivencia en una sociedad democrática, se llevan a cabo por las personas con el fin de mejorar la calidad de vida de otras personas, de su entorno, con arreglo a los siguientes requisitos:
- Que tengan carácter altruista y solidario.
- Que su realización sea consecuencia de una decisión propia y libremente adoptada y que no esté basada en una obligación personal o deber jurídico.
- Que se lleve a cabo de forma desinteresada y sin contraprestación económica, ni de cualquier otra índole, sin prejuicio de los incentivos que legalmente puedan establecerse y pudiendo ser resarcidos los gastos originados por el desempeño de la actividad.
- Que se desarrollen a través de organizaciones públicas o privadas, sin ánimo de lucro y con arreglo a programas o proyectos concretos.
Voluntariado de Tierra de hombres
El voluntariado constituye uno de los pilares fundamentales de la Fundación Tierra de hombres. La estructura en España es ajustada, dada la austera política de gastos que define a la Fundación. Por ello, cuando se desarrolla un proyecto, una actividad o una campaña que requieren la colaboración de personas voluntarias, nuestro voluntariado proporciona ese valor tan importante, llevado a cabo con el mayor de los entusiasmos y la mejor de sus capacidades.
En la actualidad, la Fundación Tierra de hombres cuenta con casi 500 voluntarios y voluntarias, repartidos entre las delegaciones de Andalucía (Sevilla, Málaga y Córdoba), Euskadi, Galicia y la sede central en Madrid.
Los voluntarios y voluntarias de Tierra de hombres colaboran en tres áreas fundamentales:
1. Programa “Viaje hacia la Vida”: acompañamiento durante la recuperación del niño o niña en el hospital o familias de acogida temporal hasta su vuelta a casa.
2. Educación para el Desarrollo: se puede participar en la organización de materiales didácticos y de sensibilización, así como impartiendo charlas de sensibilización en centros.
3. Voluntariado corporativo: A lo largo del año Tierra de hombres realiza variadas campañas de captación de fondos, eventos benéficos y de sensibilización donde la participación del voluntariado es fundamental.
La Ley del voluntariado
La Ley estatal del voluntariado recoge las notas comúnmente aceptadas como definitorias de la actividad del voluntariado: carácter altruista y solidario, libertad, gratuidad y que se realice a través de una organización pública o privada.
La Ley contempla, por tanto, al voluntariado organizado, excluyéndose las actuaciones aisladas o esporádicas realizadas por razones de amistad, benevolencia o buena vecindad.
Con el objetivo de contribuir al fomento del voluntariado, la Ley contempla una serie de medidas como fomentar el voluntariado, reconociendo el valor que las actividades voluntarias tienen para la sociedad. Asimismo, prevé el fomento, por parte de la Administración, de mecanismos de asistencia técnica, programas formativos, servicios de información, campañas de divulgación y reconocimiento de las actividades voluntarias.
Derechos de los voluntarios
- Recibir formación e información, orientación y apoyo inicial y permanentemente.
- Recibir los medios materiales necesarios para el ejercicio de las funciones que les sean asignadas.
- Ser tratados sin discriminación, respetando su libertad, dignidad, intimidad y creencias.
- Participar activamente en la organización en la que se inserten.
- Ser asegurados contra los riesgos de accidente y enfermedad derivados directamente del ejercicio de la actividad voluntaria.
- Ser reembolsados por los gastos realizados en el desempeño de sus actividades.
- Disponer de una acreditación identificativa de su condición de voluntario.
- Realizar su actividad en las debidas condiciones de seguridad e higiene en función de las características y naturaleza de dicha actividad.
- Obtener el respeto y reconocimiento por el valor social de su contribución.
Deberes de los voluntarios
- Cumplir con los compromisos adquiridos con las organizaciones en las que se integren, respetando los fines y la normativa de las mismas.
- Guardar, cuando proceda, la confidencialidad de la información recibida y conocida en el desarrollo de su actividad voluntaria.
- Rechazar cualquier contraprestación material que pudieran recibir del beneficiario o de otras personas relacionadas con su acción.
- Respetar los derechos de los beneficiarios de su actividad voluntaria.
- Actuar de forma diligente y solidaria.
- Participar en las tareas formativas previstas por la organización, en concreto para las actividades y funciones confiadas, manteniendo el grado de calidad necesario en la prestación de las mismas.
- Seguir las instrucciones adecuadas a los fines que se impartan en el desarrollo de las actividades encomendadas.
- Utilizar debidamente la acreditación y los distintivos de la organización.
- Respetar y cuidar los recursos materiales puestos a su disposición por las organizaciones.